Me lo perdí en directo, porque estaba en el aeropuerto de Peinador esperando un vuelo con mucho retraso para Barcelona. Lo seguí por Twitter y vi todas las reacciones favorables que provocó. Hasta casi 24h más tarde no he podido parar un rato y verlo en la web de RTVE:

Son seis minutos que valen la pena. Para mí, las ocho grandes frases son estas:

“Hacemos mucho ruido pero es que esta vez hay muchas nueces”

En alusión a las voces que desde la política tratan de desacreditar las críticas al movimiento social contra la Ley Sinde diciendo que son cuatro gatos en Twitter.

“La discusión no es en vano, no es frívola y no es precipitada”

No son cuatro pringaos diciendo que quieren bajárselo todo gratis. Hay argumentos detrás, de defensa de los derechos a un Internet libre por una parte y de necesidad de que haya oferta de calidad en Internet, por otra.

“La esencia del cine se define por dos conceptos: una pantalla, y una gente que la disfruta. Sin público esto no tiene sentido. No podemos olvidar eso jamás”

Demasiadas veces se olvida, poniendo al cliente como el enemigo.

“Nada de lo que valía antes, vale ya. Las reglas del juego han cambiado”

¡¡Bienvenidos a Internet!!

“Intenet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente”

Buf, a buenas horas

“A los internautas no les gusta que les llamen así. Ellos son ciudadanos, son sencillamente gente, son nuestro público”

Bueno, a mi no me importa cómo me llamen, mientras sean conscientes de que efectivamente somos ciudadanos.

“No tenemos miedo a internet, porque internet es, precisamente, la salvación de nuestro cine

Y no porque vayan a desaparecer los cines, sino porque el público está en Internet. Tendrán que adaptarse a su forma de consumir contenidos.

“Se necesita una crisis, un cambio, para poder avanzar hacia un nueva manera de entender el negocio del cine”

Si será por crisis :). Pero lo que tiene que tener claro el cine es que cada sector debe adaptarse a los cambios que problema la digitalización de la sociedad. En su momento fue la música. Le tocará algún día a la salud, a la educación. Y mejor antes que tarde.