La semana pasada me llamaron de Faro de Vigo. Estaban preparando un reportaje sobre qué había pasado con las cuentas que los candidatos a la alcaldía de Vigo habían anunciado tan a bombo y platillo y habían usado de forma tan fuerte en la previa a las elecciones de mayo. Ninguna se defendía ni del más mínimo análisis.

Twitter de Abel Caballero

El reportaje salió titulado “Twitter más allá de las urnas”, con aportaciones también del especialista en Comunicación José Rúas y del profesor de Historia de la propaganda Alberto Pena.

Me gustaría aportar algunas aclaraciones tras leer el artículo, lo que podrían considerarse cinco claves básicas (muy básicas) del uso de Twitter y las redes sociales en la política:

1. Las redes sociales son la versión actual de bajar a los barrios, pero en sentido positivo. Quiero decir: no bajar a los barrios, en unas elecciones municipales sería como no existir para los votantes, ser distante. Pues lo mismo en las redes sociales. Eso sí, en las redes, tus afirmaciones y promesas quedan escritas y son reclamables con mayor vehemencia que una promesa en la calle.

2. Lo de guardar los dominios de nuevas redes que van saliendo me parece fundamental, para que después no sucedan cosas tristes como tener que mantener el Twitter de Abel caballero en la cuenta @abelcaballero_. Que se pongan las pilas y se guarden por si acaso en Tumblr, Instagram y todos los Quoras que aparezcan.

3. Las redes sociales NO son unidireccionales. Si sólo emites, estás perdiendo un 80% de su potencial. tener que recordar esto a estas alturas… aish!

4. Ser honesto, ir de frente, reconocer de inicio quién habla, es fundamental. La gente entenderá que no sea el político Lo que le molestará es que digas que eres tú y después se descubra que era otro.

5. No te creas un crack de las redes sociales por saber usar Hootsuite. Las redes van muy rápido. Ahora, un uso enriquecido de Twitter, por ejemplo, pasa por utilizar fuentes como Instagram o Foursquare, o vídeos desde Ustream. Y en Facebook, cúrrate una aplicación, aporta valor.

Desde el fenómeno Obama, todos se dedicaron a copiarlo. Pero lo triste es ver que lo copian en lo superficial, sin profundizar en que Obama hizo una apuesta real, seria, estratégica (NO simplemente táctica) por las redes sociales, invirtiendo mucho dinero en ellas y cuidándolas no sólo en época electoral. Queda mucho por hacer en este campo.