Barcelona fue un placer. Muchos nervios, ensayos de última hora, problemas con la wifi, lleno en la sala (la más grande) en los dos pases. Ritmo trepidante, quizá demasiado. Mucha información y, por lo comentado después, al menos estimulante.

El 21 hicimos los workshops en Madrid, Lavapiés. Las dos localizaciones con carácter. Los madrileños, más tardones y con un punto más exigente. Nuestra presentación, algo recortada para ajustarnos mejor al tiempo, fue bien. Más confianza.

Lo mejor: el ambiente. Tanto de los compañeros como de los clientes, actuales o simplemente potenciales. Networking estupendo.

Y fiesta hasta la madrugada.

Tenéis más fotos en el Flickr.