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Este jueves, 20 de diciembre, a las 19.30h, participaré en la Escuela de Negocios Novacaixagalicia, en Vigo, en la presentación de su  MBA Part Time, del que he sido alumno entre enero de 2011 y julio de 2012 (¡aish!). Me acompañarán Paco Fortes, director de marketing de la escuela, y Óscar García, el director del MBA. La idea es explicar cómo va lo del MBA (ellos) y, por mi parte, contar mi experiencia como alumno, usando como leitmotiv mi proyecto fin de máster, el Plan Estratégico de creación de una nueva empresa, en mi caso, Larica.es, planteado como un marketplace online de productos alimenticios.

Espero que no pregunten muy al detalle, porque ya no tengo los datos tan tan frescos como cuando lo presenté en julio y tenía en mente hasta el último detalle de las casi 200 páginas del proyecto ;).

Crear un Business Plan es una labor tediosa, a la par que necesaria. Tengo claro que fuera del entorno académico no lo habría hecho tan tan profundo, pero reconozco su utilidad y la facilidad que provoca hacer una aproximación ordenada y metodológica para después tomar decisiones de detalles que de otro modo se dejarían casi al azar.

En el desarrollo ordenado de un Business Plan, aquello que todos los emprendedores queremos/quieren hacer, que es irse directo a definir la marca, el producto, el mix de marketing… se queda como secundario, tras primero analizar el entorno general (económico, sociocultural, tecnológico, político-normativo…); el entorno específico (mercado, clientes, competidores, proveedores, sustitutivos, barreras de entrada y salida del negocio…).

Esto, tan tedioso, sí, te permite detectar claves nuevas no previstas inicialmente, y marcar mucho mejor lo que viene después: el Plan Director, con su misión, visión y valores (¡qué mítico! y qué gustazo leerlo después, cómo ayuda a entender a qué juega el proyecto), matriz de negocio, modelo de negocio y posición competitiva. Esta parte hace pensar mucho, y marca el camino para la siguiente: el Plan Estratégico en sí mismo, donde hay que lanzarse a marcar objetivos para todo (medir para mejorar): facturación, cuota, analizar el punto de equilibrio…

Y después de esto se hacen los planes funcionales, lo que se hace habitualmente, con suerte (sin todo lo anterior, vamos): Plan de Marketing (y sus 4 Ps), Funcionamiento, RRHH y Finanzas (el más doloroso con graaaaaaan diferencia, plan financiero a 3 años, una auténtica tortura, pero que deja listo, tras sudar sangre, un excel que, si bien hecho, te permite jugar de forma maravillosa on costes e ingresos para analizar la viabilidad y la rentabilidad del proyecto.

Si os apetece asistir, podéis apuntaros en este enlace.