Será de esos puntos de inflexión para recordar. Una gran nevada, lunes 8 de marzo de 2010, que hace conscientes a los barceloneses de la utilidad del Twitter al tiempo que de la incapacidad de sus gestores.

Por la mañana empezó a nevar y claro, a un chico de costa como yo, eso no dejó de sorprenderlo. Pero ya se esperaba. El caso es que no paró y al mediodía empezó a cuajar y a nevar más fuerte. Yo estaba en el renombrado barrio 22@, por lo que la incidencia era visible pero al parecer no tan grave como el el centro de Barcelona. Lo iba siguiendo por Twitter: cómo se cancelaba el Cava&Twitts por la fuerte nevada, se cancelan los trenes, los autobuses…

Sobre las 6 de la tarde empezaron las noticias de atascos. Horas para recorrer la Avinguda Diagonal, nada de taxis. Sabadell tremenda; Girona sin luz.

Algunos organismos, como siempre, trataron de dar por arreglado el asunto antes de tiempo, pero la realidad estaba en los medios. ¿Cómo? La TV3, por ejemplo, enganchó el hashtag #neucat y fácilmente detectó problemas activos. Y tanto. La mentira ya no tiene cabida en el mundo 2.0.

Y como guinda, la creatividad:

Unos estudiantes de Publicidad hacen gigante honor a su curso y se saltan la clase para subirse a la ola y grabar un vídeo que viralizó enseguida. Eso sí que es viral. El vídeo adecuado en el momento adecuado. Despertaron una sonrisa a gente que estaba atrapada en su coche. Humor, cierto gamberrismo y alta dosis de oportunidad. Ese vídeo se convirtió en un símbolo. Lo cuentan muy bien sus autores.

Por suerte, yo sólo necesitaba el metro para llegar a mi hotel. Sólo chapoteé un poco entre resbalones. Vale totalmente la pena sólo por poder decir que yo también estuve en la primera nevada 2.0 en Barcelona.